Ayer finalizó la actividad destinada a compartir las buenas prácticas de formación surgidas a lo largo del curso pasado. Durante estas cuatro jornadas, hemos hablado sobre seminarios, grupos de trabajo, seminarios intercentros y otras modalidades formativas. La conclusión generalizada en los pequeños debates que se creaban y en las aportaciones que se han ido sucediendo, señalaban a la formación permanente del profesorado como la herramienta más eficaz para asegurar la cohesión de los equipos, la mejora de la práctica y el desarrollo profesional.
Muchas han sido las temáticas que se han ido abordando, pero todas desde un denominador común, la reflexión conceptual sobre infancia, escuela y rol adulto. Fruto de estas reflexiones seremos capaces de analizar nuestra práctica, establecer vínculos seguros y asegurar un ambiente en el que el desarrollo de todas las capacidades de la infancia se vea favorecido.
De este modo, hemos hablado de proyectos de escuelas centrados en el alumnado y sus familias, la importancia del juego y el material no estructurado, la comunicación no violenta, el proceso de familiarización, apego, en definitiva, de la esencia de Educación Infantil.
Desde el CEP agradecemos a todas las personas que nos han acompañado su trabajo, su compromiso y participación. Solo si somos capaces de crear espacios de reflexión colectiva y sinceridad profesional seremos capaces de progresar y transformar nuestras prácticas.
En los próximos días os dejaremos por aquí todos los materiales que se han generado en esta actividad.
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