Para que dicha participación sea genuina, se debe apoyar la construcción de una opinión informada por parte de los niños, niñas y adolescentes y promover el asociacionismo como un espacio propio de la infancia y adolescencia y de representatividad entre ellos. La confianza y la competencia para participar se adquieren gradualmente, con la práctica. No se puede esperar que, repentinamente, los niños, al cumplir la mayoría de edad, se conviertan en adultos responsables y participativos sin ninguna experiencia previa en las habilidades y responsabilidades que ello conlleva.
La participación es, por tanto, un derecho y una responsabilidad, ya que implica compartir las decisiones que afectan a la vida propia y a la vida de la comunidad en la cual se vive.
UNICEF
A lo largo del curso pasado, y gracias al itinerario formativo Mejorar la Escuela iniciamos un nuevo cambio de mirada, de paradigma educativo, justificando y apostando por una escuela comprensiva, donde niños y niñas sean protagonistas de su propio desarrollo.Con esta actividad, pretendemos dar continuidad a las tareas iniciadas y dar respuesta a las demandas que los participantes plantearon.